jueves, 2 de septiembre de 2010

Para mi pequeña

Cuando llegaste mi vida acababa de dar un giro de 180 grados. Me acababa de divorciar, unos meses antes. Mi hija se había ido a estudiar fuera y pasó gente por mi vida que hacía daño pero que tambien ayudó a espabilarme. No tenía un duro, pero tenía trabajo seguro asi que me alquilé un pisito, pequeño pero nuevo con una terraza interior que pensé que para Missi sería ideal. Y un día fuí a recoger a Laura a la estación y llevaba un foulard en las manos. Al principio no me dí cuenta, tan pequeñina eras...
Ibas a quedarte en casa del novio de mi hija, pero mientras tenías que estar en casa. No sabías andar, dabas saltitos, tan fea y tan graciosa. Parecías un murciélago.
Estuviste unos diez días en casa y luego te llevaron a la que debia ser tu casa. Sólo estuviste una semana. A la semana eran alergicos no sé si ellos o sus cortinas, pero volviste.  Para quedarte, por supuesto.
Y me alegraste la vida, me reía con tus juegos, tu curiosidad, tus ganas de ver el mundo. Te gustaba la ventana y pusimos una malla para que no pudiera pasarte nada y te salías al alfeizar a ver la gente pasar y todos te decían cosas.
Los primeros días Missi se preguntaba qué era aquella cosa que se le acercaba para jugar. Y te llevaste algún capón. Luego te aceptó y te adoptó. Incluso empezó a lamerte y a dormir contigo.
Cuando me levantaba me seguías al baño. Te subías al lavabo a jugar con el agua y mirar mientras me arreglaba. Te gustaba que te cogiera en brazos y al final te subías sola y me tocaba ir por la casa contigo en el hombro ( mi gata loro.....). Llegó Neo y con él sí que jugabas, los dos corriendo por la casa como locos o al sol en la terraza o durmiendo juntitos.  Recuerdo la cena de Navidad. La hicimos en mi piso porque el comedor era grande y mi madre estaba recien operada de un cancer y somos muchos. De pronto no te encontraba. Me volví loca buscándote. Abrí armarios. cajones , bajos las camas, en la terraza... pensé que alguien se había dejado la puerta abierta y te habias salido. Busqué en todo el edificio y por la calle. Por fin a Fran se le ocurrió mirar en un sitio casi imposible. Allí estabas toda hecha un ovillo detrás del sofá, te daba miedo la gente. Lloré de alivio. Luego aprendiste a pasarte a la terraza de al lado y nos tocaba saltar a buscarte. No podíamos tener nada cerca de las paredes para que no pudieras trepar y salir de excursión.
A los seis meses el primer celo y de cabeza a esterilizar, solo ovarios.... y yo qué sabía??? Empezamos con los cristales en la orina y las complicaciones... y ahi empecé yo a entrar en foros, para saber más cosas. Y nos hicimos casa de acogida.
 Y dormir en la cama se convirtió en mision imposible en Invierno. Noche si noche tambien acababa en el sofá y mi cama llena de gatos. Y hubo que reoperarte. Qué mal lo pasé, pobrecita mi niña.Parecías una lamparita con el collar, que te bailaba en la cabeza porque te iba grande. Y luego aprendiste a chupar la herida con isabelino y todo y no cicatrizabas. uffffffffffff. A ver quien te daba la medicacion. Eras muy lista y hacias como que habias tragado. Empecé a encontrarme las pastillas en la terraza ;)
Conforme la familia aumentaba tu te independizabas, descolocada, siempre por ahi.
Daría lo que fuera por poder cambiar el final de esta historia. Solo tenías dos años.
Mi pequeña cruzó al arcoiris el Sábado 27 de Agosto de 2010. Su mami rompió la puerta a patadas de impotencia.
 Siempre estarás en mi corazón.

7 comentarios:

  1. Chiquitina, ¡no me esperaste! Ahora te conozco más aún que antes, me cuentan tus cosas y te tengo más presente que en vida, paradojas de la misma.
    Un final triste para los humanos y demasiado pronto para ti pero una vida maravillosa la que tuviste (¡hasta te dejaban subirte al lavabo! ¡suertuda!) y de regalo y agradecimiento llenaste de felicidad a los humanos y a los felinos que te rodeaban... Descansa en paz y que Arwen, la bloguera que escribe tan bien, nos siga contando historias, que aquí estaremos leyéndolas y recordándote, pues en cierto modo se sigue viviendo mientras se recuerda.
    ¡Gracias por tu regalo!

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  2. Ufff que penita!!!! Yo que tengo cuatro gatas y una de ellas es adoptada entiendo muy bien los sentimientos, y mi Lui se me fue también un Agosto de hace dos añitos, tres meses después Lei le siguió por la tristeza y tuve la suerte de que mi sobrino tuviera alergia a los gatos (ojo digo suerte) porque entonces Nala vino a casa y tuvo dos soles de gatitas con Lui, nalita y Misha y la Miamiau que la adoptaron seguidamente completan mi familia en casa 4 gatita y yo cinco. Lo siento mucho Arwen ánimo!!! Sé que es dificil cuando se fue Lui tenía 14 años ya era una proeza llegar hasta esa edad porque su raza no viven más de 9 o 10 .. pero ahora no sabría estar con los trastitos pequeños y su mami.

    Un besazo tesoro

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  3. Gracias, gracias.
    Han sido días muy dolorosos, y aunque me dolieron todos y esté mal decirlo mi pequeña se llevó un trocito de mi alma

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  4. Qué preciosidad, Arwen... qué bonita forma de recordar lo que fue su valiosa vida y de cautivar para siempre los recuerdos que te regaló esa bichita.
    Aunque es doloroso... también me has hecho sonreír, al imaginarla dando saltitos por la casa y sociabilizando al principio sólo con Neo, jeje (cómo no, el gemelito de Mimiko).
    Nada cielo... seca esas lágrimas, ella lo habría querido así. Tuvo la suerte de tenerte como mami y una vida muy feliz.
    Un abrazo enorme, Arwen... y que poco a poco vayas mejor.

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  5. No creo que esté mal decirlo ni pensarlo ni sentirlo; creo que es lógico porque ella ha compartido contigo muchísimas más cosas que los pequeñines... y es normal, sientes dolor por todos, por todo, pero cada uno es distinto.
    Sabes, mi sobrina a los cuatro años al ser preguntada por si quería igual a su padre que a su madre contestó toda airada: "¡cómo voy a quererlos igual si son distintos!" Y es que me la como, y a la pequeña lo mismo, ya verás cuando empiece a hablar; "no las quiero igual" y pero las quiero tanto...
    Besos.

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  6. Pero ella siempre estara en todos nuestros corazones, en nuestra mente, mirandonos y esperando que estemos con ella.

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  7. Comprendo perfectamente tu dolor y tu rabia.. Un fuerte abrazo..

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