martes, 7 de septiembre de 2010

Pequeñines en el arco iris.

Aun no había tenido ánimo para describir lo que han sido estos días. Antes que mi enana se fueron Becquer, luego Nero y después Bogart.
Becquer es el mas negrito de estos dos hermanos, el otro es Bogart.
Hace mas o menos un mes una tarde que subí al chalet de mis padres, mi cuñada me dijo que había dos gatitos solos en una zona abandonada de chalets. Que les habían salido al paso la noche anterior mientras paseaban. Buffffffff. En casa ya habían cinco y otro que venía.  Me dió igual. Sabía que sin su madre no iban a sobrevivir allí solos y menos tan confiados con la gente. Asi que me llevó a donde debían estar. Al principio nada, pero a los dos minutos de andar por allí salieron a llamarnos. Busqué a su madre pero no había señales de ella por allí. Los cogimos claro. Estaban hambrientos, me mordían hasta los dedos y se comieron un paquete de jamon york que era lo único que había. Por supuesto mi madre y hermano echandole la bronca a mi cuñada por decirme nada. FFffffff cuanta paciencia. Se vinieron conmigo. Becquer me adoptó enseguida. Siempre, siempre estaba debajo de mis pies o encima de mi. Se dormía amasandome el pelo. Me enamoró. Consideré la posibilidad de adoptarlo pero son muchos y los puse en difusion.
Bogart era mas jugueton e independiente. Eso si, no podía estar sin su hermano. Y sobre todo para dormir. Con los días también empezó a dormir encima de mi. Era un peluche precioso.Tenía el pelito algo mas largo que su hermano y era mas guapo, pero Becquer era todo ternura, Mis chiquititos.
Un día mi pareja me dijo que tenía una sorpresa y en la habitación había una bolita negrita, chiquita. Era Nero. negrito, precioso, tan chiquitin apenas un mesecito de vida. De inmediato se convirtió en el hermano menor de los dos. Siempre andaban los tres juntos, a jugar, a dormir y en el sofá encima de mí..
Llevé a Nero al veterinario. Tenía diarreas desde que llegó. Becquer se metió en el transportín con él y pensé que qué bien, asi lo miraban tambien y le ponía la vacuna.
El Sábado empezaron a vomitar. Pensé que habían comido hierba. El Domingo por la mañana me levanté para irme a trabajar y Becquer no vino a desayunar con todos. Lo encontré detrás de la lavadora. Había muerto allí solito durante la noche. Desperté a todos al oirme llorar como una posesa. Tuve que irme a trabajar, claro. Nadie en el trabajo entendía mi dolor tan grande ni que me pasara la mañana llorando ! POR UN GATO!.
Mi pareja se fue con Bogart que tambien vomitaba a un vete de 24 horas. Lo ingresaron. El pronóstico no fue bueno precisamente. Le hicieron analíticas, le pusieron goteros...... Por la noche me dejaron llevarmelo a casa. Nero empezó a vomitar al anochecer. Por la mañana me volví a ir a la clínica, a la hora de abrir, con los dos.Nero se me murió en los brazos entrando en la clínica. Bogart se quedó allí. resistiendo como un jabato. Tenía la esperanza de que sobreviviera. El diagnóstico fue Panleucopenia. Murió solito en la clínica durante la noche. No me llamaron hasta la mañana siguiente. Se me vino el mundo encima. Los enterré a todos en una pinada preciosa junto al chalet. Mis pobres chiquitines, pobrecitos míos. Es una mierda de virus, extremadamente contagioso y letal. Y les duele. Han sido unos días horrorosos. A los pocos días mi enana empezó a vomitar. Nadie que no haya pasado por un trance similar, entenderá el dolor, la impotencia y las ganas de gritar que se sienten. Y la culpa, el no dejar de pensar que no hice las cosas bien, el preguntarme si de otro modo habría sido distinto. Eso es lo que más me reconcome. Llevamos unos días más tranquilos. Durante estas dos semanas no hemos parado de intentar desinfectar la casa al máximo. Hasta los muebles hemos limpiado con lejía. lavado fundas, ropa.Tirado juguetes, cajas y rascador. Cruzo los dedos para que el fantasma se aleje de aqui Ya ha sido más que suficiente. Demasiado dolor.
Pensé dejar las acogidas, pero no voy a hacerlo. Pienso seguir en cuanto pueda, pero eso si, con seguridad. Runrun perdió a todos sus compañeros de juegos. A veces sube a la terraza en busca de la enana, mira alrededor y al final se deja caer como vencida, triste... Intento jugar lo más posible con ella pero nota la falta. Y rezo para que ella al menos resista, no podría soportarlo. Los demás están bien, son adultos. Pero ella aun es pequeña, es la que más peligro puede correr.
Este es mi pequeño homenaje a mis pequeñines. Os quise, reí con vosotros, con vuestras monerías, me conmoví con vuestro amor incondicional.Y lloré, lloré mucho con vuestro dolor y vuestra pérdida. Mis niños cruzaron todos juntitos al arco iris. Espero que estén allí felices, jugando y juntos.

4 comentarios:

  1. Es difícil elegir unas palabras para poder mostrarte mi apoyo que, aunque sabes que estoy contigo, como muy bien dices los que no hemos pasado por una desgracia tan grande no podemos ni imaginarnos el dolor y tristeza que tendrás. Me alegra mucho verte tan fuerte, con tanto ánimo, sabiendo que los pequeños están bien y juntos, que juegan allá, y que vendrán otros acogidos, que Runrún tendrá más compañeros. Me entristece que sientas culpabilidades absurdas e inexistentes, ¡cómo ibas a saberlo! ¡qué podrías haber hecho! Unicamente no ayudar a los gatos, Arwen; el que no coge gatos no tiene pérdidas, claro. Por eso me alegro tu positivismo y fuerza después de la adversidad, un golpe del azar que se ha cebado en tu casa pero que hará fortalecer más aún tu amor por los animales, que ellos ya te buscan a ti. Me encanta que nos lo cuentes, tan bien, y que lo veas como lo ves (excepto la sensación de culpa, que debería ser de impotencia, aunque imagino que quizás sea lógica en el duelo). Y el que no entienda el estar así "por un gato" es que no ha tenido un gato en su vida (o un perro, u otro animal, o que no los ama). Peor para ellos.
    Muchos besos y sigue con ánimo, te envío mis fuerzas, amiga.

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  2. Vaya que penita ='(.
    Se les coge tanto cariño a estos pequeñajos :(.
    animo!

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  3. La verdad que es muy triste la historia de estos gatitos. Yo también he llorado por mi gato. Uno adulto con 10 años que se puso malo de repente. Nada de virus, sino por culpa de un cáncer intestinal. LLoré en el veterinario, y, muchos días después seguí llorando. Y por cierto, sé lo que es la incomprensión y la jocosidad de los que no aman a los animales.
    Saludos
    Victoria E.

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  4. Victoria, lo siento de veras. Es muy doloroso, y la incomprensión de la gente a veces duele más. Sobre todo así de repente y sin opción a poder hacer nada. Un abrazo

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